como si de rearmar el destino se
tratara
como si en ese instante una no
decidiera
o si la carta astral lo decretara
o decidiera por ese otro camino
y optar y pujar por el deseo, el
motivo, la inspiración
si no hubieran sido esos miedos espantajos
que me detenían siendo niña.
si no hubieran existido esos/estos
miedos perennes
de hacer y no hacer
que cosas cambiarían
haber sido socióloga, o psicópata, o psicóloga
haber sido cineasta, fotógrafa,
literata
haber sido esta y no esa, esa y no esta
haber nacido aquí entre montañas
con gobiernos siempre malos y
corruptos
con culpas incrustadas por las
creencias y los deberes
con traspiés, carencias y
tenencias...
ese ángulo del destino que me empujó en
el vértice opuesto de la raíz de la hipotenusa al cuadradro
para poder distinguir los procesos y
rentabilidades
donde fue el punto decisivo/decisorio
o no fue un punto sino el paso
o no fue el paso sino la marcha
o no fue la marcha, fue la brisa...
un deseo distraido en el viento que
quiso ser como lo quieren todos.
1 comentario:
Una brisa que abre las puertas del alma. Abrazos.
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