Porque cuando queremos, sentimos y todo mismo..., no nos salen las palabras, y encuentras otras voces, otras manos, otros latidos que interpretan casi a la perfección los latidos del corazón propio.
Aquí, un lindo poema de una gran escritora ecuatoriana:
LOS HERMANOS
no se trata solamente
de haber ocupado la misma barriga en turnos sucesivos
ni de haber compartido
los traumas y los sustos de la infancia
así como sus juegos y alegrías
no se trata tampoco
de habernos pellizcado gritado y arañado
cuando fue necesario marcar el territorio
no se trata
de haber sido una vez
más patronal que leal a los iguales
se trata del sendero que andamos a destiempo
de todo lo que une más allá del pasado
de la sangre
/supongo/
de iguales componentes
que nos lleva a reírnos de herejías
a imitar a los viejos en secreto
/aún ahora que ya no somos jóvenes/
se trata de torear con humor las tristezas
y el implacable arribo de sombras y problemas
se trata
/se trató
desde el primer momento/
de haber ido aprendiendo a ser nosotros
sin dejar de ser únicas y único
y de poder marcar el territorio
con sonrisas
palabras
y razones
que enlazan el cariño
y lo construyen
más acá del pasado y los esquemas
De "libro de los afectos"
Quito, 2010